Estimados colegas de la Facultad de Filosofía y Letras:
La convocatoria a elecciones de autoridades de nuestra Facultad y de la Universidad Nacional de Tucumán, es una práctica que reafirma la identidad democrática de nuestra institución y abre la posibilidad de construir ciudadanía.
Nuestro sistema de co-gobierno basado en la autonomía universitaria -principio fundamental de la universidad pública argentina- nos convoca nuevamente en abril de 2010 a docentes, no docentes, estudiantes y graduados a conformar los Consejos de Facultad, el Consejo Superior y a elegir Decanos y Rector.
No es ajena a nuestra preocupación, la notable crisis estructural de la universidad pública y sus dificultades para preservar la institucionalidad de sus sistemas representativos de gobierno. Sin embargo este examen crítico, además de ser objeto de estudio y denuncia, nos interpela permanentemente y nos plantea el importante desafío de participación y transformación. Participar del proceso electoral es un derecho de nuestra condición de académicos universitarios, ejercerlo responsablemente es una actitud ética.
El gran reto que asumo hoy postulándome como Decana de la Facultad de Filosofía y Letras surge de mi compromiso permanente con la vida institucional universitaria que hoy me da la posibilidad de presidir la construcción de un proyecto colectivo.
Se trata de una propuesta político-académica que postulamos docentes e investigadores de las distintas carreras de la Facultad, basada en nuestras convicciones y conocimientos adquiridos en el ejercicio de las distintas funciones y cargos desempeñados en la facultad y en la universidad (Consejeros, Directores de Departamentos, de Centros e Institutos, miembros de comisiones ad hoc etc.). Nuestro capital está representado por nuestras trayectorias y por la decisión de participar en la construcción de un proyecto de Facultad y de Universidad que, integrando alumnos y graduados, preserve el principio de Universidad como espacio público de excelencia, democrático y abierto, capaz de asumir los desafíos que representan hoy el desarrollo de la ciencia, la tecnología y las demandas por una sociedad más justa.
Asumir esto, significa tener la honestidad intelectual de advertir el modo en que paulatinamente nuestra institución se fue apartando de este propósito. Las condiciones “poco amigables” para enseñar y aprender se advierten en esas escenas que vivimos cotidianamente: pasillos superpoblados, aulas abarrotadas de estudiantes, docentes dando consulta en espacios de circulación, escasez de recursos tecnológicos, etc... Nuestra carrera académica -que supimos conquistar con mucho esfuerzo- tiende a hacerse cada vez más lenta, dificultosa y discrecional, la existencia de cátedras unipersonales o atendidas por extensión, la falta de cargos titulares y la imposibilidad de contar con un sistema para formar recursos humanos en las cátedras, son sólo algunos de los aspectos que ponen de manifiesto un cuadro de situación nada auspicioso. Los resultados tampoco lo son: elevados porcentajes de deserción, desgranamiento, escasa tasa de graduación y una sensación generalizada de agobio para llevar adelante las tareas cotidianas. La buena docencia pareciera haberse convertido en cenicienta.
Algo similar sucede con las actividades de investigación y formación de posgrado. Las lógicas productivistas dominantes en las políticas científicas, impactaron fuertemente en los modos de hacer ciencia e impulsaron a muchos universitarios a producir a destajo en condiciones adversas que son la negación de las posibilidades genuinas para generar conocimiento. El peso de esta actividad descansa sobre “los hombros” de los investigadores, maestrandos y doctorandos que con sus recursos y esfuerzos sostienen la investigación y sortean todo tipo de dificultades para no quedar excluidos de un sistema altamente credencialista. La dificultad mayor es que estas políticas parecieran haberse naturalizado también en las propias conducciones universitarias como el único modo de hacer ciencia y abonado el camino para que algunos sistemas de asignación de becas o recursos se realicen igualmente de manera clientelista y discrecional. La promoción de otros modos de hacer ciencia y políticas institucionales que generen espacios reales de desarrollo sostenido de las investigaciones, investigadores y equipos de investigación, pareciera no formar parte de las agendas de las actuales conducciones universitarias.
La extensión universitaria, también tiene que apartarse de las orientaciones actuales que privilegian más sus aspectos recaudatorios y representar un verdadero modo de dar respuestas a las crecientes demandas de formación de nuestros docentes y graduados y a las necesidades del medio, principal beneficiario del conocimiento que producimos en las cátedras, departamentos, centros e institutos.
Somos concientes de que nuestra facultad ha cambiado sustantivamente en el último lustro en forma cuantitativa y cualitativa, producto del incremento de las carreras de grado y posgrado, de los estudiantes de ambos niveles, de las reformas de los planes de estudio, de las políticas de articulación, etc. Esta expansión que constituye nuestra fortaleza, no ha obtenido hasta el momento respuestas institucionales apropiadas y suficientes.
Las reuniones llevadas a cabo en los últimos meses con los colegas docentes, alumnos y no-docentes nos muestran que la facultad no puede seguir siendo gobernada (administrada) con los mismos criterios de gestión que hace diez años. La lentitud de los procesos administrativos -resultado de la falta de personal-, la escasa eficiencia en el manejo de los espacios y en la asignación de recursos, la notoria ausencia de una administración y gestión institucional en horas de la tarde -momento en que se concentra la mayor cantidad de estudiantes y docentes- son algunas de las falencias palpables. La visión compartida que se tiene en la facultad es la sensación de estar siempre en una emergencia perpetua que conduce a las autoridades a resolver puntualmente las urgencias, lo cual trae como consecuencia el abandono de criterios institucionales concertados con los diferentes actores y sus respectivos modos de organización (cátedra, departamento, estamentos, gremios, etc.)
Como creemos que la solución no es el conformismo, la resignación, ni la pasividad, estamos convencidos de que es posible llevar adelante profundos cambios, fundamentales para la vida institucional de nuestra facultad. También de que estos cambios son posibles porque tenemos los conocimientos necesarios, la experiencia suficiente, pero sobre todo un conjunto de académicos comprometidos que quieren asumir este desafío.
Sabemos que los problemas son complejos y que las soluciones no son mágicas, éstas sólo pueden provenir de acciones concertadas con los actores claves de la vida institucional de la facultad: docentes, investigadores, estudiantes, no docentes y graduados.
Nuestra convocatoria se orienta a la conformación de un espacio que aspira a tener como características más relevante la pluralidad, la participación y un profundo compromiso con el bienestar y progreso de nuestra facultad.
Nuestro proyecto político-académico prevé políticas de corto, mediano y largo plazo que atiendan cada una de las áreas problemáticas identificadas.
- Impulsar una fuerte política de concertación y consenso en procura de los recursos necesarios para atender las demandas de una facultad en expansión.
- Definir políticas académicas que restituyan y revaloricen el grado, encarando procesos de retención estudiantil con intervención especifica de los organismos técnicos y profesionales (ICPC, IOVE) con los que contamos.
- Garantizar la carrera docente, asegurando los sistemas de promoción y las condiciones apropiadas de trabajo basadas en criterios institucionales y no clientelísticos.
- Ampliar la participación, otorgando a los departamentos mayor poder y capacidad en la toma de decisiones.
- Impulsar procesos de diagnóstico y autoevaluación institucional para asegurar información relevante para el establecimiento de criterios y la toma de decisiones en los distintos aspectos de la política académica.
- Revalorizar y dinamizar la función de H. C. Directivo en tanto órgano central de gobierno de la Facultad.
- Redefinir estilos de gestión institucional privilegiando la eficiencia en el área administrativa, fortaleciendo sus áreas críticas a través de la incorporación de recursos humanos con capacitación específica.
- Fortalecer los procesos de informatización de la totalidad de las áreas de la administración, gestión y biblioteca.
- Garantizar la higiene de la totalidad de los espacios asegurando condiciones de salubridad y bienestar para todos los miembros de la comunidad de la facultad.
- Planificar la construcción de aulas, baños y otros espacios necesarios en consonancia con las demandas específicas de las funciones de docencia, investigación y extensión.
- Establecer en forma consensuada criterios institucionales para atender las necesidades “urgentes” de la totalidad de las carreras de la facultad.
- Desarrollar ofertas on line de carreras de especialización, insertándonos efectivamente en el contexto regional y posibilitando la post titulación de tantos graduados que tienen dificultades para insertarse en estructuras presenciales de formación.
- Impulsar, gestionar y favorecer la implementación de sistemas de apoyo económico para seguir incrementando la formación de postgrado de nuestros docentes y egresados en las distintas carreras que ofrece la Facultad.
- Establecer convenios con organismos provinciales y municipales vinculados a las áreas de educación, desarrollo y promoción social, cultura, entre otros, para la implementación de proyectos conjuntos que den respuesta a las diversas problemáticas vigentes.
- Promover la inserción de docentes, graduados y estudiantes en el diseño de proyectos que permitan la articulación de las necesidades del medio, la formación y el perfeccionamiento de estudiantes y profesionales.
- Promover la articulación de las diferentes propuestas de postgrado -sin desatender la especificidad de cada formación- con el objetivo de garantizar la excelencia, optimizar los recursos y medios, evitar la dispersión de esfuerzos.
- Promover y sostener la firma de acuerdos y convenios con organismos e instituciones nacionales e internacionales que garanticen una inserción efectiva de docentes y estudiantes en el contexto académico–profesional mundial.
Convoco a quienes se sientan identificados con esta propuesta a sumarse a este proyecto con sus ideas, anhelos y convicciones.
Fórmula
Mercedes Leal Decana
Santiago Bliss Vicedecano
Candidatos
Estamento de Profesores Adjuntos y Asociados
Elena Victoria Acevedo Tati
(Departamento de Idioma Moderno/ Letras)
Julia Stella (Carrera de Inglés)
Norma Edith Ben Altabef
(Carrera de Historia)
Carolina Abdala
(Departamento de Formación Pedagógica
y Carrera de Ciencias de la Educación)
Estamento de Auxiliares
Florencia Di Lullo
(Carrera de Inglés y Comunicación)
Mariana Carlés
(Carrera de Comunicación)
Julia Saldaño (Trabajo Social)
Elizabeth Analía Jaimes
(carrera de Ciencias de la Educación)
Estamento de Graduados
María Victoria Molina
(Carrera de Ciencias de la Educación)
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