Enviado por: "culturaydesarrollosocial"
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Entre los niños y adolescentes de pueblos originarios del norte del país, no más del 80 por ciento asiste a la escuela primaria, y menos de la mitad cursa el nivel medio, según una investigación de Unicef Argentina.
Buenos Aires, junio de 2009 (RIS-Argentina) El derecho a la educación intercultural y bilingüe de las comunidades indígenas es un principio que proclama desde hace al menos dos décadas Naciones Unidas, mientras que la Argentina, lo establece a través de la nueva ley de infancia. Sin embargo, lejos está la norma de encontrar anclaje en las escuelas argentinas a las que asisten chicos de los pueblos originarios, especialmente entre los que habitan el norte del país, donde ni siquiera los primeros años de la enseñanza están cubiertos plenamente.
La tasa de escolarizació n entre los 5 y 14 años para las comunidades wichí y Mbyá, en Chaco y Misiones, respectivamente es, en promedio, del 80 por ciento, cuando la media del país es 95,3 por ciento. Incluso entre los pueblos originarios, en conjunto, la asistencia escolar es similar a la nacional: 94,1 por ciento.
Pero si el ocular reposa sobre el ciclo medio, las estadísticas muestran un panorama mucho más desolador: Apenas el 40 por ciento de los adolescentes de esas comunidades asiste a la escuela secundaria, sobre el 64,5 por ciento de la media de los pueblos originarios y el 68,9 por ciento del promedio nacional.
Los datos se desprenden de un estudio realizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) junto con el Centro de Estudios de Población y la Asociación de las Juventudes Indígenas de Argentinas. Titulado Situación Socioeducativa de niñas, niños y adolescentes de comunidades rurales wichí y mbyá guaraní, la publicación arroja datos de un trabajo de campo realizado por los autores del libro como el análisis de las estadísticas de la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI), de 2005.
Respecto de la enseñanza bilingüe, el informe sostiene que los resultados de la encuesta ECPI respecto de si los chicos de entre 5 y 14 años recibían clases en su lengua de origen muestran que sólo lo hace una minoría. No obstante, la situación varía en forma significativa entre pueblos y, en el caso de los dos estudiados por Unicef, la proporción de quienes reciben clases en su lengua nativa es de las más elevadas, alcanzando un tercio entre los wichí y dos tercios entre los mbyá guaraní.
Sin embargo, "tomando en cuenta la realidad escolar observada en los estudios de campo, las cifras resultantes de la ECPI en este aspecto deben ser interpretadas con cautela, ya que el uso instrumental de la lengua nativa en los contextos escolares no necesariamente implica que se esté impartiendo una clase en dicha lengua", advierten los autores del libro.
"Es un derecho fundamental aprender el mundo desde las propias lenguas. También es importante que los niños y las niñas aprendan otros idiomas, pero es primordial que lo hagan en la propia", sentenció Elizabeth Birhuett, oficial de Desarrollo Infantil Integral de Unicef Bolivia durante la presentación del estudio. Y agregó que la universalidad "no habla de una educación y la misma para todos, sino a una o varias, pero de calidad".
En el mismo sentido se expresó Elena Duro, responsable del estudio por parte de Unicef, al tiempo que no escatimó reclamar que las políticas socio educativas "garanticen a los pueblos indígenas el respeto por sus lenguas e identidades culturales, promoviendo la valoración de la multiculturalidad e interculturalidad en la formación de todos los niños y las niñas; algo que se concreta a través de una educación intercultural bilingüe de calidad e inclusiva".
"Avanzar en estos estudios es un paso importante en reconocer a estas culturas que tal vez sean lejanas para muchos, pero que sin embargo tienen saberes y cosmovisiones tan legítimas como las de cualquier ciudadano", evaluó Birhuett. El libro inicia con un panorama de la situación socioeducativa de los pueblos Wichí y Mbyá guaraní, a partir de datos oficiales. Luego profundiza, desde un abordaje cualitativo, en la situación educativa concreta de comunidades a partir del análisis de los aportes de todos sus actores.
También se presentan vivencias y testimonios de adolescentes, padres y líderes que brindan sus propias perspectivas sobre la experiencia escolar, su significado, sus aprendizajes y la valorización que hacen de ella. El estudio finaliza sintetizando las principales líneas de análisis y tendencias relevadas e incluyendo algunas sugerencias para aportar a la política pública que puedan contribuir a la necesaria mejora de la situación educativa de la infancia y adolescencia indígena.
En la Argentina, según la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas, la población originaria asciende a 600.329 personas, es decir, el 1,7 por ciento del total de habitantes del país. Divididas por etnias, conforman alrededor de 46 pueblos, de los cuales al menos 18 mantienen su lengua originaria, la hablan o la entienden y la usan habitualmente en sus hogares. (Por Rosalía Costantino)
CÓMO CONTACTARSE:
Unicef
www.unicef.org/argentina/spanish
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